Tener problemas para dormir durante el embarazo carece de una explicación fisiológica o médica, por lo que se debe, por un lado al crecimiento que en los últimos meses experimenta el bebé y, por tanto, el volumen del abdomen de la madre, y que dificulta los movimientos. El diafragma se desplaza hacia arriba y presiona la vena cava cuando estás tumbada boca arriba, lo que puede producirte mareos.
Tampoco hay que olvidar que se entra en una fase en la que la preocupación e incluso el miedo al parto se acentúan, lo que hace que tu sueño se altere.
¿Qué puedo hacer?
Pasear tranquilamente a media tarde, tomar una ducha de agua tibia y hacer una cena ligera pueden ayudarte a conciliar el sueño. Antes de acostarte puedes probar con un vaso de leche caliente o una infusión relajante de valeriana.
Si la cosa empeora y llevas muchas noches sin pegar ojo, coméntalo con tu médico para que estudie la conveniencia de que tomes algún fármaco de forma ocasional.
A la hora de dormir, prueba a hacerlo del lado izquierdo apoyada en un almohadón.