Aunque puede parecerte muy extraño, ¡todavía no estás embarazada! El espermatozoide fecundará al óvulo al final de la semana 2 de embarazo.
Si bien, todavía tendrás que esperar para saber de qué color deberás pintar la habitación de tu hijo, el sexo del bebé se determina en el momento en el que se lleva a cabo la fecundación.
De los 46 cromosomas que forman el material genético del bebé, solamente dos (uno proveniente del espermatozoide y el otro, del óvulo) determinan el sexo del bebé. A estos cromosomas se los conoce con el nombre de “cromosomas sexuales”. Cada óvulo contiene un cromosoma sexual X y un espermatozoide puede tener un cromosoma sexual X o un cromosoma sexual Y.
Si el espermatozoide que fecunda tu óvulo contiene un cromosoma X, tendrás una niña; pero si contiene un cromosoma Y, el bebé será un varón.
🚺 TUS CAMBIOS Y SÍNTOMAS
Tu pared uterina, que alimentará al bebé, se está desarrollando y tu cuerpo comienza a segregar la hormona foliculoestimulante (FSH por su sigla en inglés), que estimula la maduración del óvulo.
Al término de esta semana, te encontrarás en la mitad de tu ciclo menstrual (en el caso de que tenga un ciclo regular de 28 días) y ocurrirá la ovulación (tu ovario liberará un óvulo hacia la trompa de Falopio). Éste es el momento en que hay mayores probabilidades de concebir.
Si tienes relaciones sexuales sin protección durante los días cercanos a la ovulación, es posible que quedes embarazada. Cuando tu pareja eyacule, millones de espermatozoides se desplazan a través de la vagina y cientos de ellos llegan a la trompa de Falopio, donde tu óvulo los está esperando. P
or lo general, un espermatozoide logra penetrar el óvulo y se lleva a cabo la fecundación. Cuando esto ocurra, quedarás embarazada, pero todavía no sentirás ningún cambio en tu cuerpo.