Planchar en el embarazo es una de las tareas domésticas que deberías abandonar. En las primeras semanas de embarazo puedes planchar manteniendo siempre una buena postura. Pero a medida que van avanzando las semanas, planchar en el embarazo es muy perjudicial para la espalda y supone un gran gasto de energía.
Deberías plantearte dejar de realizar esa tarea y pedirle a alguien que lo haga por ti. Pero si no tienes más remedio y tienes que planchar tú la ropa, sigue estos consejos.
Consejos para planchar la ropa en el embarazo
- Utiliza una tabla regulable para que puedas planchar sentada.
- Si prefieres hacerlo de pie, regula la tabla a la altura del ombligo, esa sería la altura ideal para mantener tu espalda en una postura correcta.
- Apoya uno de los pies en un taburete pequeño o algo similar de unos 20 centímetros de alto y altérnalo con el otro pie cada cinco minutos.
- Intenta no pasar más de 30 minutos seguidos planchando.
Consejos para hacer otras tareas domésticas en el embarazo
- Pasar la aspiradora, poner el lavavajillas y hacer las camas: Dobla las rodillas para evitar arquear la espalda. Lo mejor es que te agaches, flexionando y separando las piernas, o que te arrodilles. Así protegerás tu espalda de molestos tirones, dolor lumbar y ciática.
- Sacar la colada de la lavadora: Es mejor que coloques el cesto sobre una silla y vayas echando la ropa en él. De este modo evitarás coger el peso de la ropa húmeda desde el suelo.
- Barrer y fregar el suelo: No llenes el cubo de la fregar con demasiada agua y siempre que friegues el suelo o barras, utiliza un palo largo para evitar el arqueo de la espalda.
- Limpiar los baños: Acostúmbrate a abrir bien las ventanas para ventilar. Los productos que utilizas, en pequeñas cantidades, no son tóxicos, pero sí pueden causarte molestias, pues su olor es fuerte y desagradable. Si puedes, evita esta tarea y deja que te ayuden, ya que te obliga a permanecer mucho tiempo agachada y en mala posición.
Durante tu embarazo podrás seguir desempeñando las tareas del hogar, pero evita agotarte. Pide ayuda a quienes te rodean y mentalízate de que debes hacer sólo aquello que sea verdaderamente indispensable.