Últimamente me he dado cuenta de que mis familiares y amistades prefieren tener una niña antes que un niño. Particularmente, he tenido la niña primero y después vino el niño, “la parejita”. Pero, me gregunto: ¿por qué ese deseo de que sea niña? Unos dicen que son más ricas y graciosas a la hora de vestir y hacerles peinados, otros que ya tienen otra niña dicen que así pueden ahorrarse en ropa, juguetes, pueden compartir habitación, que el día de mañana tendrán las mismas aficiones y hobies… pero… ¿y los niños?… ¿es que no son monos?
En mi caso, después de tener a Sarah llegó su hermanito David (por cierto, mi hija estaba deseando que fuera niño) y me llené de alegría al enterarme de que era un niño (mi pareja, aunque dijera que le daba igual, sé que en el fondo quería un chicote), yo quería experimentar ambos sexos, tanto niña como niño. La verdad es que los varones son muy distintos a las niñas, son bastante más bonachones y más madreros.
Hay quien piensa que los niños cuando son mayores son más conflictivos que las niñas, pero yo creo que tanto niño como niña, los mismos problemas están ahí, ni más ni menos. Un hijo/a: un problema, dos hijos/as: dos problemas, tres hijos/as: tres problemas… y así sicesivamente.
El caso es que las personas que conozco que tienen hijas, no se quejan en absoluto, no te dicen que les queda pendiente el niño, te dicen que están bien así. Sin embargo, las personas que conozco y que tienen todos sus hijos varones, quieren y desean desesperadamente tener una niña. ¿Por qué será?
En definitiva, niño o niña, qué mas da! Que esté sano, es lo primordial! Y tú… ¿Qué prefieres?