El embarazo causa un descenso de glóbulos rojos en la sangre, que son los encargados de transportar oxígeno a todo el cuerpo. Por ello, te sentirás mareada (y hasta puedes desmayarte). Durante el embarazo es probable que bajen los niveles de azúcar en sangre y la presión sanguínea, por lo que te sentirás más débil.
Lo que sí y lo que no puedes hacer:
1.- Toma alimentos ricos en proteínas, como el queso o el yogur, para evitar que disminuya el nivel de azúcar en la sangre, pero no tomes alimentos que estén muy azucarados, ya que causan rápidas subidas y bajadas de azúcar.
2.- Ingiere muchos líquidos. Un vaso de agua puede tener un efecto inmediato en el volumen sanguíneo y te hará sentir mejor rápidamente.
3.- No te incorpores demasiado rápido. Si te sientes mareada, túmbate boca arriba y levanta las piernas para favorecer el retorno sanguíneo al cerebro, o también siéntate con la cabeza entre las rodillas.
4.- No te tumbes de espaldas durante mucho tiempo, ya que el peso del abdomen puede presionar los principales vasos sanguíneos. Túmbate de lado (mejor del izquierdo).
Cuándo acudir al médico:
Unos mareos agudos y persistentes pueden ser un indicio de anemia, así que coméntalo a tu ginecólogo, sobre todo si tienen lugar al final del embarazo.