¿Qué es ese leve hundimiento que tiene en la cabeza, justo encima de la frente?
Si se acaricia suavemente la cabeza del recién nacido, se nota enseguida. Es la fontanela anterior, un espacio formado por una capa fibrosa que se cerrará sólo antes del final del primer año. Gracias a esta característica, la cabecita, al no estar totalmente osificada, ha podido comprimirse y pasar a través del canal del parto. Por lo tanto, representa una adaptación estratégica, y no un problema. La puedes tocar tranquilamente y, si a veces la sientes “latir”, es sólo porque se trata de una zona muy vascularizada.
¿Por qué tiene granitos en la cara?
En los primeros días de vida, puedes notar que, en la frente, las mejillas y la barbilla del recién nacido, se presentan unos pequeños “granitos”. Es el acné neonatal, un fenómeno provocado por las hormonas que has pasado al pequeño en el último período del embarazo y, posteriormente, a través de la leche materna. No debes aplicar ninguna crema: los granitos desaparecerán durante el primer mes.
He encontrado restos de sangre en el pañal de la niña…
Descubrir restos de sangre en el pañal puede asustar mucho, pero puede ocurrir en los primeros días. Se trata de un fenómeno normal debido a las hormonas que has transmitido a la niña en la última etapa del embarazo, y que se resolverá de forma espontánea en pocos días.
¿Por qué se notan pequeñas costras en la cabeza del pequeño?
Es la costra láctea, un trastorno que afecta a muchos recién nacidos. Cuando está muy extendida, si le da el pecho, el pediatra te podrá aconsejar que elimines el consumo de leche y derivados lácteos de tu alimentación. En cambio, si le alimentas con leche de fórmula, puede sugerirte que recurras a fórmulas especiales, que contienen proteínas fraccionadas, mejor toleradas por el bebé. Para favorecer el desprendimiento de las costras, puedes ablandarlas aplicando un aceite y eliminándolas delicadamente con un peine de púas finas.
Si el cordón umbilical no se cae, ¿qué debo hacer?
Si quieres secarlo rápidamente, nunca debes mojarlo con agua ni con productos que la contengan, como algunos antisépticos. Asimismo, evita el alcohol, ya que podrías irritar la piel que rodea el ombligo, que es muy delicada. Para desinfectar el muñón, usa amuquina diluida al 1%, mientras que, para secarlo, puedes aplicar sustancias vegetales, como árnica en polvo.
Siempre tiene los pies fríos
Hace calor y, sin embargo, si tocas las manitas o los pies del pequeño, sueles notarlos fríos. La pregunta surge de forma espontánea: ¿hay que abrigarle más? la respuesta es “No”. Las extremidades del cuerpo, las manos y los pies, siempre están más fríos porque el mecanismo de termorregulación del recién nacido todavía no se ha desarrollado por completo. Resulta inútil, además de perjudicial, abrigarle más. Lo único que se conseguirá es hacerle sudar. Es suficiente con cubrirle los pies con unos calcetines de algodón.
Está cubierto de puntitos rojos…
Tu hijo está cubierto de manchitas rojas, sobre todo en el tronco, los brazos y las piernas. Puede tratarse de sudamina, una irritación cutánea más típica del período estival, debida a una producción de sudor excesiva, que el pequeño no logra evaporar por completo. La irritación se supera sola en pocos días. Mientras tanto, viste al pequeño con prendas finas y confeccionadas con tejidos naturales (algodón y lino), que no obstaculizan la transpiración de la piel.
Estornuda con frecuencia: ¿estará resfriado?
A menudo, podrás oír estornudar a tu bebé, lo cual no significa que esté resfriado. Las vías respiratorias del recién nacido todavía no están bien desarrolladas, y hace falta muy poco para que se le tape la nariz. El estornudo es la forma con la que el pequeño libera la nariz de aquello que la obstruye. Procura mantener su nariz despejada, aplicándole una solución fisiológica y aspirando el moco con un aspirador, ya que el bebé sólo respira por la nariz. Los más pequeños también son muy sensibles a los cambios de temperatura y pueden estornudar cuando pasan de un ambiente más cálido a otro más frío.
¿Es normal que le tiemblen las manos?
Sucede, sobre todo, cuando el bebé se despierta bruscamente del sueño. El fenómeno se debe al hecho de que el tono muscular del pequeño todavía no está completamente desarrollado. Precisamente por esto, deberán transcurrir un par de meses para que se resuelva, el tiempo necesario para que el desarrollo neurológico madure.
¿Por qué llora sin lágrimas?
Le ves llorar como un desesperado por los cólicos o porque tiene hambre y, sin embargo, no corren lágrimas por sus mejillas. El fenómeno, uno de los más sorprendentes, dado que el bebé utiliza el llanto como lenguaje, se debe al hecho de que los conductos lagrimales todavía no están bien abiertos.
¿Por qué tiene las orejas blanditas?
Después de dormir, cuando coges a tu pequeño en brazos, puedes notar que tiene una oreja doblada de forma insólita, con una plasticidad aparentemente antinatural. Esto ocurre porque, mientras dormía, el niño ha apoyado la cabeza y se ha aplastado la oreja. Sin embargo, la oreja vuelve a la normalidad en pocos minutos, como cuando nos despertamos y tenemos los pliegues de la sábana “estampados” en el brazo o en la cara. La causante del fenómeno es la especial plasticidad del pabellón auricular, que está formado por cartílago en un porcentaje más elevado.
Cruza los ojos ¿tendrá estrabismo?
El hecho de que, algunas veces, un ojito se “vaya por su cuenta” es normal en los primeros meses, y se debe a la inmadurez de los músculos del ojo. Cuando el bebé realiza un movimiento brusco con el ojo, porque se siente atraído por un ruido que ha llamado su atención, los músculos oculares pueden tener dificultades para seguirlo y compensan el movimiento con retraso.
Le cuesta hacer caca ¿sufrirá estreñimiento?
Antes de emitir esta drástica sentencia, es preciso comprobar que el pequeño realiza deposiciones cada 72 horas o que, aun haciéndolo a menudo, evacúa con dificultad, llorando o contrayendo las piernas. Si el niño toma leche materna, te darás cuenta de que hace caca prácticamente después de cada toma, con heces semilíquidas y sin esfuerzo. En cambio, si toma leche de fórmula, es normal que sólo realice una o dos deposiciones al día.
Tiene el culito enrojecido
Se trata de eritema del pañal, una irritación cutánea debida al contacto prolongado con la orina y las heces, así como al ambiente cálido y húmedo que se forma en el pañal. Para prevenirlo, cambia al bebé cada vez que notes que está sucio. Un buen enjuague con agua corriente, preferiblemente sin jabón, y un pañal limpio, son las armas más eficaces para mantener el eritema a raya. ¿Y si ya ha aparecido? Aplica una capa de pasta protectora de óxido de zinc sobre la zona enrojecida en cada cambio y deja al niño sin pañal todo el tiempo que puedas.
Sus uñas son muy frágiles
Sin embargo, para fortalecerlas, no hay que cortarlas (incluso podrías hacerle daño). Es más útil pasear cada día con él, pues la luz solar estimula la producción de vitamina D, que fija el calcio en los huesos y en las uñas.