Una vez ha pasado todo, llega la parte más dura de toda la maternidad: saber asumir tu rol de madre y adaptarte a tu nueva vida. Dejarás de dormir toda la noche del tirón, empezarás a vestir con ropa más cómoda ya que será más importante atender a tu bebé a que tú estés guapa. Dejarás de comer porque tu bebé en ese momento lo estará haciendo, dejarás de salir porque tu bebé estará dormido y no querrás molestarlo… en conclusión, tu vida dará un cambio de 360º pero no a peor sino, diferente.
En este momento pasarás a dejar de cuidarte a ti misma para cuidar a tu hijo y esto le sucede a todas las madres.
La depresión post parto consiste en un conjunto de factores que se unen y producen esta tristeza y debilidad. Es algo habitual y hay un pequeño porcentaje de mujeres que lo sufren tras dar a luz. No te preocupes, es algo totalmente pasajero y que se puede tratar sin ayuda de profesionales si cuentas con el apoyo de tus allegados.
Por un lado, la parte hormonal tiene gran culpa. En el momento del parto, se produce una disminución brusca de hormonas lo que hace que te desestabilices un poco y, por otro lado, el estrés, la ansiedad que produce la gran responsabilidad de tener un bebé y de cuidarle, el cansancio de no dormir, la fatiga de sentirte débil debido al déficit de vitaminas y del sistema inmune… todo esto se junta y te puede provocar depresión.
Nadie sabe lo que supone ser madre hasta que lo pasa. El no saber por qué llora tu bebé, no saber si le estás dando suficiente de comer, no saber si está bien o llora por otra cosa… Y, además, tienes que sacar adelante tu casa, lavar, hacer la comida, limpiar y por último… tú. Esto es lo que realmente produce la depresión post parto, el principio de una vida totalmente diferente donde aún no has encontrado la manera de organizarte y de poder hacerlo todo sin acabar muerta.
¡No te asustes! Esto le pasa a todas las madres, sobre todo a las primerizas. Pero te durará los primeros meses hasta que te adaptes a tu nueva vida. Una vez conozcas a tu bebé perfectamente y veas que puedes hacerlo, se pasará la depresión post parto.
Hay que saber distinguir también entre ser madre y ser una súper heroína. No tienes por qué poder con todo, las tareas hay que distribuirlas y lo que está claro es que, seas como seas y tengas la edad que tengas, necesitas ayuda. Apóyate en tu pareja, él te ayudará porque además también es su responsabilidad. Si no sales adelante, recurre a ayuda profesional de un psicólogo, pero no te estreses porque pasará, como todo pasa en esta vida. Tener un hijo es maravilloso, pero al principio todo cuesta, ¡ánimo!