Casi todas las mujeres se sienten deprimidas, impotentes o incluso con miedo en los primeros días después del nacimiento de su bebé. Se sienten ansiosas, con ganas de llorar por todo y nada, con dificultades para dormir y cambios de humor repentinos, sufren de la llamada depresión posparto. Sin embargo, en algunas mujeres, esta depresión es más intensa y prolongada.
La depresión posparto cada vez es más común, afecta al 10% de las madres y puede durar hasta un año. A su vez, existe un mínimo porcentaje de mujeres que desarrollan psicosis posparto, una de cada 1000.
La psicosis posparto es una manifestación rara y peligrosa de la depresión posparto. Pero generalmente las mujeres sufren una ligera depresión después de dar a luz, entre el 50-80%, que suele durar unas dos semanas.
Los expertos todavía no saben explicar por qué aflora la depresión posparto. La única teoría avanzada está relacionada con la caída repentina en los niveles hormonales inmediatamente después del nacimiento del bebé. Esto, en parte, puede justificar la depresión posparto, pero también puede estar relacionado con otros aspectos de la vida de la mujer.
No hay que olvidar que cuidar de un bebé es muy estresante, tanto física como psicológicamente, especialmente para las mujeres que experimentan la maternidad por primera vez. Es perfectamente legítimo que estas mujeres se sientan un poco perdidas y desorientadas en medio de tantísimas y nuevas responsabilidades.
Si después del nacimiento del bebé la madre prolonga su depresión durante más de 2 o 3 semanas, debe considerar la posibilidad de consultar a un especialista para expresar sus sentimientos y recibir consejos sobre la mejor manera de lidiar con la depresión posparto.
En tipos de depresión más severa, el especialista puede sugerir un tratamiento basado en pastillas antidepresivas.
De todos modos, en general, una buena dosis de descanso y con ayuda de otras personas en las tareas domésticas y los cuidados del bebé, estas madres se recuperan de la depresión en pocas semanas.