Las hemorroides durante el embarazo son varices o inflamaciones de las venas del recto y el ano. Pueden ser pequeñas o grandes, acompañadas de picores y en algunos casos dolorosas. Experimentar dolor, picor o sangrado alrededor del recto, son síntomas comunes de que padezca las temidas hemorroides.
Qué causa las hemorroides
Las mujeres embarazadas son más susceptibles a las hemorroides debido a la creciente cantidad de sangre que circula en su cuerpo durante el embarazo y, debido a las frecuentes variaciones hormonales. También se pueden formar por un esfuerzo excesivo durante la defecación ya que las mujeres embarazadas a menudo sufren de estreñimiento durante el embarazo.
Consejos y tratamiento de las hemorroides
Afortunadamente, hay muchas estrategias simples y eficaces para el tratamiento de las hemorroides durante el embarazo. Éstos son algunos consejos fáciles de seguir para ayudar a aliviar el dolor, la incomodidad, así como para prevenir las hemorroides:
- Haga una dieta alta en fibra acompañada de muchos líquidos. Esto le ayudará a mantenerse más regular y reducir el estreñimiento durante el embarazo. La mayoría de las hemorroides son el resultado de estreñimiento durante la gestación. Un buen consejo sería beber una taza de jugo de ciruela todos los días para ayudar a hacer más regulares las visitas al baño.
- Haga baños de asiento. La mayoría de las farmacias suministran tales baños. Estos pueden ayudarle a aliviar el dolor y la irritación asociada con las hemorroides.
- Ponga hielo o compresas frías sobre la zona afectada.
- Use almohadillas para las hemorroides. Éstas contienen hamamelis, y generalmente son seguras para usarlas durante el embarazo. Hay otros productos relacionados con las hemorroides en el mercado que le pueden ayudar y que debe consultar con su médico.
- Limpie con cuidado la zona afectada para evitar el sangrado. Puede usar toallitas húmedas femeninas y evitar el papel higiénico que podría agravar la situación.
- Los ejercicios Kegel también pueden ayudar a prevenir las hemorroides durante el embarazo. Estos ejercicios ayudan a mejorar la circulación en las zonas rectal y vaginal durante el embarazo. También pueden fortalecer los músculos que sostienen el recto, reduciendo aún más la probabilidad de desarrollar hemorroides.