Desde el primer momento en el que sabes que estás embarazada una de las indicaciones más importantes que seguramente te aconseje tu médico será la eliminación absoluta del alcohol.
El embarazo es un proceso vital en el que das lugar al nacimiento de otra persona, de tu bebé, y es el momento de priorizar ciertos elementos, sobre todo cuando alguno es perjudicial tanto para tu salud como para el bebé que está en camino.
Hay estudios que han demostrado que tomar alcohol durante la gestación causa daño al bebé a medida que se desarrolla dentro del útero. El alcohol produce una serie de anomalías congénitas, daños neurológicos y problemas de salud que pueden prolongarse incluso después del nacimiento.
¿Cómo actúa el alcohol en tu cuerpo?
Una vez que el alcohol es ingerido por la mujer gestante, este viaja por vía sanguínea, llega a los tejidos y se trasmite directamente al bebé.
Debes saber que la cantidad de alcohol que toma el adulto, en el bebé se descompone mucho más lento, lo que puede llegar a ser tóxico y provocarle daños irreparables.
¿Qué consecuencias puede tener que consumas alcohol?
Esencialmente puede desembocar en producirle a tu hijo el síndrome de alcoholismo fetal, caracterizado por:
- Problemas en el aparato locomotor
- Problemas cardíacos
- Problemas en el aprendizaje
- Problemas en el crecimiento embrionario
- Parto prematuro
- Parálisis cerebral
- Aborto espontáneo
Es importante saber que tan importante es la cantidad como la frecuencia con la que bebas.
Si estás embarazada y te preguntas si está bien disfrutar de la pequeña y ocasional copa de vino blanco de la comida o de un poco de champán en la víspera de Año Nuevo, yo te aconsejaría que esperes y brindes después, cuando tu bebé haya nacido con salud y sea éste el motivo de celebración.
