La emoción de ver al bebé dentro del útero es siempre un momento inolvidable lleno de felicidad y por ello, los padres optan por realizar una ecografía en 3D a su bebé.
Hay que aclarar, que la ecografía 3D se debe hacer por razones médicas, y no sólo por motivaciones emocionales. Este examen es un complemento, que nos ayuda a tener un diagnóstico más amplio del desarrollo el bebé, y no debe ser trivializado utilizándose simplemente para satisfacer el deseo de ver la carita del bebé. Pero, hay que reconocer, que el 80% de la ecografías en 3D que se realizan tienen, en un principio, este único objetivo.
Por lo tanto, ¿en qué semana del embarazo debe hacerse la ecografía 3D para obtener un resultado satisfactorio del aspecto físico del bebé?
Para tener una idea más clara de la cara del bebé, la ecografía en 3D, debe realizarse entre las semanas 26 y 28 de embarazo. En esta etapa el rostro del feto ha tomado una forma similar a la del recién nacido y, en la mayoría de los casos, al no haber más espacio entre el bebé y la pared uterina, permite una mejor visualización. Después de las 28-30 semanas de embarazo este espacio ser reduce y la dificultad técnica es mayor.
Existen otras situaciones que pueden poner en peligro la calidad de las imágenes, como la disminución del líquido amniótico, la edad gestacional avanzada, la posición de la placenta, fibromas uterinos y los embarazos gemelares son algunos ejemplos.
Por último, aquí tienes unos consejos para una ecografía 3D exitosa: Cómo prepararte para la ecografía.