Cambios en el sistema reproductor en el embarazo
El útero
Aumenta de 500 a 1.000 veces su capacidad, pasa de pesar 60 a 1.000 gramos al finalizar el embarazo. Existen importantes cambios en su vascularización, tanto en la red arterial como venosa. Las paredes uterinas son considerablemente más gruesas durante los primeros meses de embarazo que cuando la mujer no está embarazada. Después del tercer mes, empieza a relajarse (la musculatura), dando como resultado el adelgazamiento de la pared muscular hasta un espesor de 5mm. o incluso menos, al término.
El cuello uterino
En él se produce un moco denso y muy adherente, que se acumula y espesa para formar el tapón mucoso y que sella el conducto endocervical e impide el paso de bacterias u otras sustancias hacia el útero. Este tapón se expulsa cuando se inicia la dilatación cervical.
La vagina
Se incrementa la elasticidad y aumenta el flujo. Estas secreciones son espesas, blancas y de reacción ácida, y aunque previenen la invasión de microorganismos patógenos, pueden favorecer las infecciones por hongos.
La vulva
Se produce edema y aumento de la vascularización y pigmentación. Con frecuencia aparecen varices vulvares que se deben vigilar ante una posible rotura en el momento del parto.
Las mamas
Aumentan el tamaño para la preparación a la lactancia. Hacia el final del segundo mes son prominentes las venas superficiales. Los pezones son más eréctiles y aumenta la pigmentación de la areola. Al progresar el embarazo pueden desarrollarse estrías y durante el último trimestre aparece la secreción de un líquido amarillento (calostro).