El hombre tiene presentes los sentimientos de responsabilidad, ansiedad y preocupación por su mujer y por su hijo, durante todo el embarazo.
Debes transmitirle todo lo que sientes para que él a su vez se sienta partícipe de tu embarazo, porque sufre un proceso psicológico paralelo al tuyo, con miedo e incertidumbre.
La voz del padre produce efecto de seguridad en el recién nacido. El bebé percibe más fácilmente los tonos sonoros graves, y por tanto, es más sensible a la voz paterna.
Durante el parto, el padre debe ayudar a la mujer animándola a realizar los ejercicios de relajación-respiración y debe tomar contacto con el recién nacido lo antes posible. En este período denominado “sensible” se establecen los lazos de la futura relación con el hijo.
En algunos momentos de tensión, el padre puede llegar a ver a la mujer como una tirana que le exige demasiado. A veces, tras el parto, la mujer se vuelve agresiva hacia su pareja y muy posesiva con el bebé.
Debes intentar corregir esta conducta, no impidas que desarrolle el aprendizaje de su paternidad. Ambos debéis participar en el cuidado del bebé para que se fortalezca el vínculo afectivo de ambos con el bebé.