Si preguntas a cualquier mamá por su bebé recién nacido, la contestación más habitual es: “solo se dedica a comer y dormir”. Y es que, es cierto, son unos glotones y unos dormilones!
Los primeros meses, tu bebé se pasará durmiendo prácticamente todo el día, para recuperarse del enorme gasto de energía que su organismo está haciendo para adaptarse a su nuevo medio. Las horas de sueño no solo sirven para descansar, sino también para crecer y digerir los alimentos. Por todo ello, debes aprender a mantener y respetar su particular ritmo de sueño.
¿Cuánto duerme un bebé recién nacido?
Al principio no distinguirá entre el día y la noche y dormirá unas 18-20 horas al día, despertándose de forma imprevisible sólo cuando tiene hambre o se siente incómodo, lo que hace imposible que puedas adaptarle a tus pautas de descanso, por lo que, en estos primeros meses estás con falta de sueño.
Pero tranquila, porque poco a poco tu bebé se irá acostumbrando al ritmo día-noche, con lo que su sueño nocturno afortunadamente se irá alargando (al final del cuarto mes ya dormirá 8-10 horas por la noche, interrumpidas por las tomas de leche) y las siestas (serán de 2-3 horas al día) cada vez serán más cortas, de forma que ya permanecerá más tiempo despierto y muy atento a todo lo que ocurre a su alrededor.
¿Cómo ayudarle a distinguir entre el día y la noche?
Durante sus siestas diurnas, no mantengas la habitación completamente a oscuras, procura que haya siempre algo de luz. Y mientras esté despierto, no temas malacostumbrarlo y cogerlo en brazos todo el rato que quieras, dejando que esté con el resto de la familia, para que se habitúe a todos los ruidos de la casa.