Por supuesto, habrá momentos en los que no podrás dormir. En vez de dar vueltas en la cama, preocupándote por qué no puedes dormir y contando las horas que faltan para que suene la alarma del reloj, levántate y haz lo siguiente:
- Lee un libro.
- Escucha música.
- Ve un rato la televisión.
- Utiliza tu ordenador para ver tu correo o lo que te apetezca.
- Disfruta de la activada que más te gusta hacer.
Tarde o temprano, te sentirás lo suficientemente cansada para volver a dormir.
Y de ser posible, toma unas siestas cortas (de 30 a 60 minutos) durante el día para recuperar el sueño perdido.
Acostúmbreate a dormir a intervalos porque pronto tu bebé definirá las horas de sueño en tu casa.