Unas semanas antes de que te pongas “realmente” de parto, puedes sentir que tu útero se contrae y luego se relaja. Ten la seguridad de que estas contracciones de Braxton Hicks, son normales.
Algunas embarazadas ni si quiera las perciben, mientras que otras, especialmente aquellas que no son primerizas, empiezan a sentirlas, incluso, desde la semana 15 de embarazo.
Las contracciones de Braxton Hicks, llamadas así por John Braxton Hicks, el médico inglés que las describió en 1872, en realidad comienzan en la semana 7 de embarazo, pero en este tiempo, son casi imperceptibles.
¿Por qué se tienen contracciones de Braxton Hicks? Son las que calientan motores
El útero es un músculo, y al final del embarazo, es muy grande. Se requiere mucha energía para dilatar el cuello del útero y empujar a tu pequeño al nacer. Lo que hacen estas contracciones es entrenar el músculo uterino de cara al parto.
Las contracciones de Braxton Hicks son generalmente sin dolor e irregulares. Cuando pones la mano en tu vientre y sientes que se pone duro como una roca, es una contracción de Braxton Hicks. A medida que tu embarazo avanza, empiezan a ser más frecuentes y pueden llegar a ser incómodas (de nuevo, especialmente si ya has tenido más hijos).
Qué hacer si son incómodas
Si te hacen sentir incómoda, cambia de posición, da un paseo o toma una ducha. Si notas que cada vez son más frecuentes, más dolorosas y duraderas, podría ser que desencadenen el parto real, sobre todo si no cesan los dolores aunque cambies de posición o estés realizando una actividad en particular para aliviarte y se repiten con, alrededor de, 5 minutos de diferencia.
Si estás lejos de tu fecha vencimiento y notas un cambio en la frecuencia (demasiado seguidas) o la intensidad de las contracciones (son muy dolorosas), es aconsejable que acudas a tu médico para que te examine.