Hacer yoga durante el embarazo es un ejercicio que te aporta muchos beneficios tanto físicos como psíquicos. Te ayuda a estar en forma, a aliviar pequeños síntomas propios del embarazo, a mejorar tu flexibilidad y, además, te ayuda psicológicamente conectando de forma mental con tu propio cuerpo.
¿Quieres saber cómo es una clase? Veamos, a grandes rasgos, qué incluye y en qué consiste una clase de yoga para embarazadas:
Respiración. Concentración en la inhalación y exhalación lenta y profunda por la nariz, práctica de diferentes técnicas de respiración haciendo sonidos profundos, tales como zumbidos o gruñidos. Las técnicas de respiración de yoga prenatal pueden ayudar a reducir o controlar la falta de aliento durante el embarazo y a aliviar el dolor de las contracciones durante el parto.
Posturas. Estando de pie, sentada o acostada en el suelo, se ejercita el cuerpo con movimientos en diferentes posiciones para desarrollar la fuerza, flexibilidad y equilibrio. Se pueden usar mantas, cojines y cinturones para proporcionar apoyo. Durante todos estos ejercicios se continúa con la concentración en la respiración.
Vuelta a la calma. Se relajan los músculos y se restaura el ritmo cardíaco y respiratorio en estado de reposo. En posición sentada se estiran suavemente las diferentes partes del cuerpo.
Relajación. Al final de cada clase de yoga prenatal se escucha la propia respiración, prestando mucha atención a las sensaciones, pensamientos y emociones, se repite un mantra o una palabra para lograr un estado de auto-conciencia y calma interior.