Inmediantamente después del parto te entregarán a tu bebé y le darás la ansiosa bienvenida, pero tal vez su aspecto no sea realmente el que esperabas ¿Cómo es un bebé recién nacido?
SU CABEZA
Al nacer, la cabeza del pequeño puede estar un poco achatada y alargada: se debe a que los huesos del cráneo, que aún son muy elásticos y maleables, se han debido adaptar a la comprensión sufrida durante el paso por el canal del parto.
SUS OJOS
El iris es, generalmente azulado y, para saber el color definitivo de los ojos, hay que esperar algunos meses. En la mayor parte de los casos, también puede presentarse un estrabismo transitorio, los músculos oculares aún no son capaces de mantener la mirada alineada, sobre todo si el bebé está muy cansado.
La visión no se ha desarrollado como los demás sentidos y el bebé no consigue distinguir las figuras más allá de los 20 centímetros, que es, precisamente, la distancia a la que normalmente se encuentra el rostro de su mamá.
SU NARIZ
En contacto con el cuerpo materno, el recién nacido muestra rápidamente el reflejo de acercarse hacia el pecho. Lo que le guía es el perfume de la leche, gracias a que el niño tiene el sentido del olfato muy desarrollado.
SU BOCA
Los dientes de leche, 20 en total, ya existen, pero aún no han despuntado de las encías, ya que alterarían la activación de la lactancia materna. El niño es capaz de cogerse al pecho en cuanto nace, pues el reflejo de succión y de deglución ya están presentes en torno al tercer mes de vida intrauterina.
SUS MANOS
Si se le toca la palma de la mano con un objeto, el pequeño intentará agarrarlo. El reflejo de prensión es una reacción motora del niño que, al no sentirse sujeto y no tener referentes en el espacio, tiende a agarrarse al primer objeto que encuentra.
SUS PIERNAS
Tienen la forma de paréntesis, con las rodillas muy separadas. Si se le mantiene suspendido, cogido por debajo de los brazos, el niño las agita como si intentase caminar, o bien las estira si encuentra un apoyo debajo de las plantas de los pies: no son reflejos que anticipa la posición erguida, sino restos de comportamientos fetales desarrollados para prepararse para el parto.
SUS PIES
Normalmente son planos, es decir, el borde interno de la planta toca el suelo. Esta sensación se acentúa aún más, debido a que en el arco plantar hay una almohadilla de grasa. La estructura cóncava se desarrollará en torno al año, gracias al desarrollo muscular y esquelético proporcionado por la posición erguida.
SU CORAZÓN
La frecuencia cardíaca es muy elevada: 120 latidos por minuto (frente a los 70 de los mayores), que pueden ascender a 180 durante una crisis de llanto.
SU TÓRAX
La respiración, que en esta fase es abdominal, es muy acelerada: 30-40 respiraciones por minuto, el doble que un adulto. Es una situación fisiológica totalmente normal, debida a la escasa capacidad de expansión de la caja torácica y a la debilidad muscular del diafragma.
SU BARRIGA
Durante los tres días siguientes al nacimiento, el peso del niño puede disminuir incluso un 10 por ciento, para después recuperarse al cabo de poco tiempo. La vida en el mundo exterior es mucho más exigente, desde el punto vista genético, que el ambiente amniótico, que es más cómodo y en el que se está más calentito.
SUS GENITALES
No es raro ni preocupante que, durante las primeras semanas, los genitales estén hinchados y que las niñas tengan alguna pequeña pérdida pseodomenstrual. Son descompensaciones hormonales pasajeras que desaparecen al cabo de algunas semanas.
Como ves, el aspecto físico de los bebés recién nacidos es muy característico. Aún así, son una monada y están para comérselos!