Primer trimestre de embarazo
No deberías aumentar las calorías de la dieta: sólo si tienes hambre puedes comer un poco más, siempre que se trate de alimentos sanos (verduras y frutas). Reduce al mínimo las grasas y los dulces. Reparte tus comidas en cinco: desayuno, media mañana, mediodía, merienda y cena.
Toma una ración más de lácteos: por ejemplo, un vaso de leche o un yogur antes de ir a dormir. Sustituye una de tus raciones habituales de carne por la misma cantidad o un poco más de pescado. Puedes tomar dos o tres raciones de pescado y una de carne a la semana, por ejemplo.
Vigila que el aumento de peso no sea excesivo en esta etapa, pues en los meses sucesivos el aumento va a ser mayor y te será más difícil controlarte.
Segundo trimestre de embarazo
Desayuna bien: Tu hijo crece y ahora eres más susceptible que antes a la falta de glucosa. Resiste la tentación de picar entre horas; no dejes que el hambre te juegue una mala pasada. Si no resistes la tentación, al menos procura “pecar” con un yogur o una pieza de fruta.
Tercer trimestre de embarazo
Vigila tu peso más que nunca, para no engordar más de la cuenta y afrontar el parto con kilos de más. El riesgo de anemia es mayor ahora. Toma el suplemento que te ha recetado el ginecólogo y cuida mucho tu dieta. No olvides incluir en tus comidas pan, pasta o arroz. Estos alimentos aportan hidratos de carbono, que son el mejor combustible en épocas de gran gasto energético, como la que ahora vives.
Toma fibra, clave para evitar el estreñimiento y las hemorroides, que hacen estragos en la recta final del embarazo y empeoran tras el parto. Beber suficiente agua -ente 1-1,5 litros diarios- también te ayudará.