Dos tazas de café, éste es el límite que se aconseja a las mujeres embarazadas para evitar que el peso del bebé al nacer sea más bajo de lo normal.
Según un estudio realizado en la Universidad de Gotemburgo (Suecia), la cafeína presente no sólo en el café sino también en el té (teína), los refrescos de cola y el chocolate negro (sí, lamentablemente el chocolate también, contiene teobromina).
Todas estas sustancias atraviesan la placenta y al bebé le resulta imposible metabolizarlas, por lo que podría alterar algunos de los factores asociados con su crecimiento. Todo ello, puede provocar, además, que el embarazo sea algo más prolongado de lo habitual.
Así que, ya lo sabes, si eres de las que no pueden vivir sin su taza de café y estás embarazada, puedes seguir disfrutando de él, pero con mucha precaución, puedes tomar un máximo 2 tazas al día, no más de 200 miligramos de cafeína diarios.