¡Cuidado! Muchas mujeres han quedado embarazadas justo después de tener un bebé y eso no es nada saludable, debes recuperarte del todo antes de pasar por un nuevo embarazo.
No esperes a que vuelva de nuevo la menstruación para protegerte de un nuevo embarazo. La menstruación marca el final de un ciclo ovulatorio. Eso significa que antes de su regreso ya has ovulado y tuviste la oportunidad de quedar embarazada.
Tu ginecólogo podrá informarte del anticonceptivo más adecuado para ti después del parto según tus condiciones y preferencias. Vamos a conocer un poco más sobre el tema para que estés más preparada a la hora de informarte.
La lactancia ¿es un método anticonceptivo? Es bien sabido que la lactancia previene el regreso de la menstruación. La prolactina (hormona que segregan las mamás que dan el pecho) interrumpe la actividad de los ovarios. En teoría, una mamá que da el pecho a su bebé tiene pocas probabilidades de quedar embarazada. Pero eso solo es eficaz cuando la lactancia es exclusiva, es decir, cuando el bebé solo se alimenta de la leche materna.
Entonces, ¿Qué método anticonceptivo puedes usar después de tener al bebé?
La píldora:
En dosis bajas o minipíldora, dependiendo si das el pecho a tu bebé o no. Se pueden empezar a tomar aproximadamente 3 semanas después del parto. Tu menstruación se recuperará de forma gradual. Al estar cansada y pendiente de los pañales o biberones ¿tienes miedo de que se te olviden?. Prueba a colocarlas junto al cepillo de dientes o pon una alarma en tu móvil. Podrás encontrar dos tipos de píldoras que tu ginecólogo te recomendará según tu situación:
1. La píldora estrógeno-progestina: esta contiene dos hormonas, estrógenos y progesterona. No es recomendada si das el pecho a tu bebé por dos razones. La primera razón es que el estrógeno se traspasa a través de la leche y el bebé los tomará. Y la segunda razón es que pueden interrumpir la lactancia.
2. La píldora de progestina (o minipíldora): esta solo contiene progestina y, por tanto, es segura para el bebé aunque esté lactando.
Implante hormonal:
El implante hormonal puede ponerse un mes después del parto y podrás olvidarte de anticonceptivos ¡durante 3 años!.
Este palito, cuyo tamaño no es más grande que un fósforo, libera progestina. Por lo tanto, no presenta ningún problema si das el pecho a tu bebé. Un médico general o un ginecólogo (no todos están preparados para ello) podrá ponértelo. Se trata de insertar una pequeña aguja bajo la piel del brazo después de aplicar anestesia local.
La ventaja es que te olvidas de él durante 3 años y, si deseas tener un bebé antes de ese tiempo, podrás ir a que te lo quiten. Simplemente te pondrán de nuevo anestesia local y podrán sacarlo haciendo una incisión de unos 2-3 mm. para sacar la aguja.
Este implante suprime la menstruación. Algunas mujeres se encuentran con pequeños sangrados durante las primeras semanas pero se van desvaneciendo poco a poco.
Importante: el implante promueve el aumento de peso en algunas mujeres. Es recomendable tener esto en cuenta, sobre todo si ya el embarazo te ha regalado unos kilitos…
El DIU:
Este dispositivo intrauterino, más conocido como DIU, se puede colocar entre las semanas 4 y 6 después del parto (6 meses después si se trata de cesárea). Si el cuello de tu útero se dilató demasiado tendrás que esperar más para poder usarlo porque corres el riesgo de expulsarlo.
Este método no está contraindicado durante la lactancia, aún así, es más eficaz cuando el bebé ya se ha destetado. El único inconveniente es que podrás sentir molestias en el vientre justo después de que te lo coloquen.
El DIU quizá no sea muy recomendado si deseas quedar embarazada en poco tiempo.
El parche:
El parche transmite progesterona y estrógenos a través de la piel y se pueden usar un mes después del parto. Está contraindicado si das el pecho a tu bebé por el tema de que los estrógenos pueden pasarse al bebé a través de la lactancia.
Puedes colocarlo donde quieras: en el brazo, en la barriga, en la zona baja de la espalda… ¡Excepto en el pecho!. Se debe cambiar todas las semanas. Al igual que la píldora, se utiliza durante 3 semanas y luego se deja una semana de “descanso” en la que aparece la menstruación.
Si te lo pones bien el parche puede resistir a la ducha, el baño, el roce de la ropa… Es importante seguir las instrucciones adecuadamente para evitar que se caiga. Si pasas más de 24 horas sin él dejarás de estar protegida de un nuevo embarazo.
El anillo anticonceptivo:
Es un anillo flexible que se coloca en la vagina. Libera dos hormonas: estrógenos y progestina. Por tanto no está recomendado para mamás que dan el pecho.
Se puede empezar a utilizar un mes después del parto. Se debe dejar en la vagina durante 3 semanas y en la cuarta se quita, apareciendo la menstruación en unos días. La forma de ponerlo y quitarlo es como la de un tampón. Aunque existe el riesgo de que se salga durante las relaciones no debes preocuparte, puedes volver a ponértelo de inmediato ¡y listo!.
El diafragma:
Podrás encontrarlo de látex o de silicona. Es una especie de escudo que se coloca justo antes de la relación sexual o unas horas antes. Sirven para bloquear el camino a los espermatozoides y que no alcancen al útero.
Su uso por sí solo es un 60-70% de eficaz. Para estar segura al completo es necesario añadir el uso de espermicidas.
Se puede utilizar alrededor de los 15 días después del parto, cuando el cuello del útero ya está un poco más cerrado. Tu ginecólogo te hará un examen médico para ver qué tamaño de diafragma necesitas.