1. ¿Es aconsejable el ejercicio durante el embarazo?
Depende de las circunstancias de la gestación. Puede estar contraindicado por amenaza de aborto, útero irritable, placenta previa… Debe ser dirigido por profesionales con experiencia en embarazos y es imprescindible que la mujer sepa reconocer las contracciones de embarazo para poder limitar o suprimir el ejercicio si éste produce un exceso de contracciones.
2. ¿Qué tipo de ejercicio y con qué frecuencia?
Se debe hacer un ejercicio que trabaje de un modo controlado y específico espalda, circulación, suelo pélvico y flexibilidad de la pelvis. Por otro lado, se puede practicar algún deporte, como el golf, siempre que no se pretenda “ganar una competición” es estos meses. Se puede hacer gimnasia dos, tres veces por semana. Pero, y esto es muy importante, no más de 30-45 minutos por sesión.
3. ¿Qué tipo de ejercicios o actividades están completamente contraindicados?
Están totalmente contraindicados los ejercicios abdominales (salvo los que trabajan el transverso del abdomen), los ejercicios con máquinas, aparatos o resistencia (salvo los que trabajan brazos y mamas).
La cinta de andar y las máquinas de step, que muy frecuentemente se utilizan con embarazadas, pueden producir contracciones. Tampoco se debe practicar actividades que impliquen saltos o carreras (tenis, pádel, equitación…) y, obviamente, los deportes de riesgo (esquí, alpinismo, submarinismo…)
4. ¿Puedo hacer natación?
Se puede nada en el embarazo, pero con algunas limitaciones. No se debe nadar a crol (estilo libre). En el 95% de los casos produce contracciones excesivas. En cuanto al estilo de braza, puede agravas la hiperlordosis lumbar (arco de la espalda), ya presente en todo el embarazo, por lo que se debe practicar poco tiempo. El estilo ideal es de espalda.
5. ¿Y el Pilates o el yoga?
El método Pilates sólo se puede practicar si se adapta la embarazada, ya que una gran parte de su metodología consiste en ejercicios abdominales que producen siempre contracciones. Sí se pueden trabajar piernas, glúteos y espalda, pero sin resistencias ni muelles.
El yoga aplicado a embarazadas y dirigido por profesionales con experiencia puede ser muy útil, no sólo por el ejercicio físico, sino por el aprendizaje de técnicas de relajación y control.