3 meses de embarazo
(Semanas 10 a 13)
Al final de la semana 10 el futuro bebé posee rasgos humanos cada vez más fáciles de identificar y un cuerpo más proporcionado. Se inicia el peristaltismo intestinal, es decir, los movimientos que permiten que el contenido del intestino avance.
La cabeza ya se ha enderezado totalmente. y si pudieras verle la cara, ahora te parecería más humana: los ojos comienzan a ocupar su posición (antes se encontraban demasiado separados), y aunque están cerrados, se transparentan, oscuros y redondos, a través de la piel; tiene una naricilla respingona, se distinguen la frente y la barbilla, las orejas están bien formadas y se ha desarrollado el cuello.
También en este mes las células óseas comienzan a organizarse y se forman los primeros huesos: las costillas y la pelvis. Su piel, rojiza y traslúcida, comienza a cubrirse de una pelusilla fina que se extiende primero sobre las cejas y encima del labio superior.
Al comienzo de este período se había iniciado la diferencia sexual y los testículos de los niños segregan tetosterona. En la recta final, los órganos sexuales externos maduran y adquieren sus características según el bebé sea niño o niña: aunque aún es pronto para distinguirlo en la ecografía, los varones ya tienen un pequeño pene.
Tu hijo mide entre 8 y 10 centímetros y pesa unos 50 gramos. El primer trimestre de embarazo toca a su fin y con él, también, la fase más crítica de su desarrollo: el riesgo de malformaciones y de aborto espontáneo ya es muy bajo.
En este mes ya te sientes más segura y tranquila con el embarazo. Has escuchado su corazón, lo has visto en la primera ecografía… Todo va bien. Si no lo habías hecho antes, llega el momento de anunciar tu embarazo, de barajar nombres de niño y niña, de comenzar a preparar la canastilla…
Los signos físicos del embarazo son cada día más evidentes: la cintura se desdibuja y la ropa comienza a quedarse pequeña, aunque sólo lo notas tú; el útero, que tiene ya el tamaño de una naranja, se halla aún refugiado en la pelvis, de modo que aún no luces vientre de embarazada. Esto cambiará enseguida, a lo largo del próximo mes. En cambio, el pecho sí ha aumentado mucho de tamaño, y es notorio el oscurecimiento de la areola del pezón.
Por primera vez te sientes realmente cómoda en tu piel de embarazada. Y guapa: las hormonas se encargan de que la piel parezca más tersa e hidratada, y el cabello tiene más brillo y volumen que antes. Han desaparecido el cansancio y las náuseas. ¡Tienes tantos motivos para estar de buen humor!