Si ya sientes las pataditas de tu bebé seguro que te has dado cuenta de lo siguiente: que cuando te acuestas, el bebé no deja de moverse en tu tripa, y cuando caminas, apenas le sientes. ¿A qué se debe?
El feto empieza a moverse a partir de la semana 7 de gestación, aunque no es apreciable hasta la semana 20 (las mujeres que ya han sido madres lo notan antes). Tu bebé no se mueve constantemente durante todo el día, pero sí es cierto que parece tener más actividad cuando estás descansando. Es posible que este momento coincida con el de mayor ajetreo del pequeño, pero lo más probable es que lo notes más cuando te sientas porque estás más relajada y más pendiente de tu tripa, mientras que el resto del día estás atareada con tus actividades cotidianas. Además, cuando te mueves, los músculos se contraen y esto disminuye tu sensibilidad.
Los giros y patadas se notan más si tu hora de reposo coincide con la digestión de una comida, ya que la glucosa activa la movilidad del feto. Aprovecha los ratos de descanso para acariciar y hablar a tu bebé y, si es posible, comparte la experiencia con tu pareja. Será muy gratificante.