Desde el momento en que decides quedarte embarazada debes tener cuidado y reducir el consumo de cafeína. Mientras que la moderación suele ser lo más practicado, los médicos aconsejan a la mujer que desea concebir y a las embarazadas que supriman la cafeína de sus hábitos diarios.
Los efectos de la cafeína
La mayoría de los estudios realizados hasta ahora indican que cantidades moderadas de cafeína por sí solas no constituyen un peligro para la madre y el bebé. Sin embargo, más de 400 miligramos de cafeína al día sí pueden ser perjudiciales.
¿Por qué?
- Debido a que la cafeína es un estimulante, es decir, conduce a aumento del ritmo cardíaco y el metabolismo, pueden constituir, según algunos estudios, un factor de estrés para el bebé.
- También es un diurético, provoca la pérdida de agua, otros líquidos y calcio, esenciales para un embarazo saludable.
- Dificulta al organismo la absorción del hierro y si la cafeína se consume una hora después de la comida, esta absorción sufre una pérdida de 40%.
- El feto absorbe también la cafeína, y la expulsa mucho más lentamente que los adultos, de modo que el recién nacido puede presentar síntomas de abstinencia (dolor de cabeza, irritabilidad y letargo).
- Estudios recientes sostienen que el consumo excesivo de cafeína puede aumentar las probabilidades de aborto involuntario y malformaciones.
- Hay una teoría de que la cafeína afecta a la ovulación, causando cambios en los niveles hormonales, lo que dificulta la concepción.
- Demasiada cafeína puede provocar, además, temblores, sudoración, palpitaciones, respiración rápida y la falta de sueño, e incluso, ataques de migrañas.
Los productos que contienen cafeína
El café es la fuente más conocida de cafeína, pero el té, el chocolate, las bebidas de cola y algunos medicamentos para resfriados, alergias y para el alivio del dolor, también contienen cafeína.