La prueba de la glucosa es una prueba recomendada que se realiza entre las semanas 24 y 28 para hacer una comprobación de la existencia o potencial para padecer diabetes gestacional (exceso de azúcar en la sangre durante el embarazo).
Aunque el resultado de positivo esto no indica que padezcas diabetes, sólo una de cada tres mujeres llega a padecerlo durante el embarazo. Para diagnosticar la diabetes tendrás que realizar otra prueba más exacta, la curva de la glucosa.
¿En qué consiste la prueba de la glucosa?
Después de una extracción de sangre tendrás que beber una solución de agua azucarada. Tiene un sabor dulzón parecido al de un refresco, puede que te den a elegir el sabor. Al cabo de una hora después se te realizará de nuevo otro análisis de sangre para saber la eficiencia con la que tu cuerpo procesa el azúcar. En unos días tendrás los resultados de la prueba.
Si da como resultado un alto nivel a padecer diabetes gestacional, tu médico optará por realizar una prueba llamada curva de la glucosa. El primer resultado no ha de preocuparte, muchas mujeres dan positivo en la primera prueba y posteriormente no tienen diabetes durante el embarazo.
¿En qué consiste la prueba de la curva de la glucosa?
Te pedirán que tomes durante tres días antes de la realización de la prueba un extra 150gr. de hidratos de carbono. Desde la noche antes al día de la prueba no deberás comer nada y beber sólo sorbitos de agua. Nada más llegar a la realización de la prueba te harán un análisis de sangre para ver tu nivel de glucosa en ayunas, después tendrás que beber una solución de glucosa más concentrada o de mayor cantidad. Y te tomarán muestras de sangre a cada hora durante las próximas 3 horas.
De las cuatro muestras de sangre, si en una de ellas la lectura es anormal, deberás de realizar otra prueba más adelante y hacer unos pequeños cambios en tu dieta. Si dos o más resultados son anormales, se te diagnosticará diabetes gestacional y te pondrán rápidamente en tratamiento. El tratamiento lo determinará tu ginecólogo y un nutricionista.
La diabetes gestacional suele durar hasta la finalización del embarazo, sólo un pequeño porcentaje de mujeres diagnosticadas con esta complicación, la siguen padeciendo después del embarazo. Por lo que siempre es recomendable realizar una prueba de glucosa a las pocas semanas de haber dado a luz.