La influencia de la luna en el parto es uno de los mitos más populares y de los más difundidos generación tras generación. ¿Es cierto que la luna puede influir en el parto de una mujer en las últimas semanas de embarazo?
Esta es una creencia compartida incluso por algunos médicos y administradores de hospitales, que consideran esta variable en sus planes de atención a las mujeres embarazadas.
La supuesta influencia lunar varía en relación a diferentes sociedades y culturas. Algunas personas creen que “el cambio de luna” influye en el parto, sin embargo la luna no cambia de golpe, las fases de nuestro satélite natural son continuas.
Otros consideran que es la luna llena la que realmente puede desencadenar el nacimiento de un bebé. Hay razones de sobra para creer que la luna influya en los partos, una de ellas, quizás la más famosa, está relacionada con la voz popular que dice que los seres humanos estamos constituidos entre un 70% y un 80% de agua, y que por ello, tal y como la “influencia” lunar se nota en los mares, se supondría que pasara lo mismo en nuestros cuerpos.
Lo anterior sería aceptable si nuestros cuerpos se extendieran por cientos de kilómetros, pero nuestro tamaño es increíblemente pequeño, en comparación con los grandes lagos o mares de nuestro planeta, y por lo tanto no sufrimos ninguna deformación en momentos que la marea es alta o es baja. Incluso si a la marea lunar se le suma la marea solar diaria.
Otro elemento que no se discute es la influencia de la luna en los nacimientos en el mundo animal, sobre todo en los mamíferos de mayor tamaño que el ser humano. Según la tesis lunar los elefantes y las ballenas tendrían un marcado alumbramiento en las fechas de luna llena. Pero, al parecer no existen estudios de nacimientos de paquidermos y cetáceos relacionados con las fases lunares.
Sí, se han realizado estudios de nacimientos en humanos, y algunos de ellos afirman a pie juntillas que los partos están atados a la luna. Pero estos pueden estar falseados, mal calculados o basados en una muestra mínima en comparación a toda la especie humana.
El estudio más profundo que se realizó en ese sentido fue hecho por el astrónomo Daniel Caton, de la Universidad Estatal del Apapalache, quien comparó 70 millones de nacimientos entre 1980 y 1999. Lo que descubrió dejó asombrado a muchas personas, la gráfica de 15 años demostró que no hay más o menos nacimientos relacionados a ninguna fase de luna, simplemente existe una variación estadística típica, producida por otras razones, posiblemente sociales o culturales. El estudio de Caton es contundente, no existe ninguna relación entre la luna y el nacimiento de seres humanos.
En todo caso la creencia de que la luna influye en los nacimientos puede no ser científica, racional y positiva, pero es muy popular. Probablemente nos hace ilusión que nuestra existencia humana esté relacionada de alguna forma con el cosmos, un sentimiento muy antiguo y casi inexcusable que ha sido compartido en todas las culturas a través de la historia. No fue hasta hace pocos siglos que la ciencia nos demostró que nuestra existencia y nuestros sueños son solo eso, nos creemos gigantes siendo casi microscópicos.