1 mes de embarazo
(semanas 1 a 4 de embarzo)
El óvulo fertilizado, llamado cigoto, se dirige al útero materno, que se ha preparado a conciencia para acogerlo engrosando considerablemente la mucosa que lo recubre y poniendo a su disposición los nutrientes que precisa.
Mientras se desplaza empieza a multiplicarse hasta adquirir el aspecto de una abigarrada mora (llamada mórula) que ya contiene toda la información sobre cómo será el bebé: su grupo sanguíneo, el color de sus ojos, el sexo…
Una vez que alcanza el útero, busca el lugar idóneo donde “anidar”. El nuevo inquilino “avisa” de su presencia a tu organismo. El mensaje es: “aunque no me conoces, acéptame y protégeme”.
Cuando lo recibe, tu sistema inmunológico baja la guardia y la ovulación se detiene. A partir de ahora, le tratará como al mejor de los huéspedes.
Han pasado 28 días desde la última regla, y la siguiente está a punto de llegar. Llevas casi 15 días embarazada. Aunque es poco tiempo, tal vez ya sientes que algo está cambiando dentro de ti.
Desde el primer momento todo tu cuerpo se prepara, incluido tu pecho, que comienza a disponerse para la lactancia. Quizá ya notas esos síntomas característicos de los primeros días: el sueño, el cansancio, la tensión en las mamas.
A los signos físicos se unen los de la incertidumbre: ¿estaré embarazada?, ¿es esto lo que quería? Y los tan comentados cambios de humor, que te traerán de cabeza a ti y a quienes te acompañan.